1. Ritual para el amor

En esta fecha tan próxima a San Valentin, todos nos acordamos de lo importante que es para el Ser Humano, tener unas relaciones que nos permitan expresar nuestra capacidad de amar.
Las relaciones son realmente una de las mayores causas de desequilibrios emocionales.
Tanto las de pareja, como las de amistad o familiares, nos enseñan y nos aportan experiencia.
Es la manera de aprender, interactuando con los demás.
Las relaciones plenas de pareja, especialmente, son las que la mayoría de nosotros necesitamos para sentirnos equilibrados y felices.
En el curso de crecimiento personal, vemos como hemos de aprender de todas las relaciones y trabajar con nosotros mismos, con nuestro interior, para sanar aquello que ha atraído a nuestras vidas, quizás esas relaciones que no nos han hecho feliz y que tal vez, han sido causa de sufrimiento.
Recordad, “a la persona que más amor le voy a dar es a mi misma y eso, NO ES EGOÍSTA”
Ahora que ya hemos tenido en cuenta todo lo anterior, vamos a pedir al Universo que nos podamos encontrar con ese compañero o compañera de camino, con el que poder vivir la experiencia del Amor Divino manifestado en la Tierra.
En este ritual, no está de más recordar que no pondremos a nadie en concreto, no intervendremos jamás en la voluntad de nadie para conseguir “atraer”  o “que vuelva”.
Si alguien se fue de nuestras vidas por libre elección, lo respetaremos y trabajaremos con nosotros el desapego y la limpieza energética, elevando nuestra frecuencia y aprendiendo de lo que esa relación nos aportó, para que la próxima sea la adecuada para nuestra felicidad.

Para este ritual necesitamos:

  • Un papel blanco y un bolígrafo.
  • Una vela rosa.
  • Agua de rosas.
  • Cuarzo rosa.
  • Miel.
  • Pétalos de rosas.
  • Un plato.

El Arcángel Rafael es el que nos puede ayudar a encontrar ese compañero/a de vida, por lo que podemos tenerle presente y pedirle que nos ayude en esta petición.
Nos prepararemos primero, entrando en nuestro espacio interior, buscando la calma y el silencio.
Entraremos en el espacio de nuestro corazón y miraremos en nosotros qué es lo que necesitamos en una relación para sentirnos felices.
Qué cosas son importantes para nosotros, cada uno de nosotros tiene una manera de vivir diferente.
Por ejemplo, habrá quien necesite alguien con quien compartir viajes y otros tendrán la necesidad de una vida de hogar.
Lo que es importante es ser sinceros con nosotros mismos y reconocer nuestras verdaderas necesidades.
Ahora, lo escribiremos todo en una carta, que podrá ir dirigida al Arcángel Rafael o a nuestros propios Guías o Ángel de la Guarda.
Es importante expresarnos desde el corazón, pidiendo lo que de verdad anhelamos.
Describiendo a ese compañero/a con todos los detalles que son importantes, por ejemplo:
“…alguien que sea fiel, cariñoso, honesto…”

Terminaremos dando las gracias con el convencimiento de que nuestra petición ha sido atendida y escuchada y ya está de camino esa persona maravillosa con la que poder compartir nuestros caminos desde el amor.
Ahora, tomaremos la vela y la rociaremos con un poco de agua de rosas.
Escribiremos con un palillo a lo largo de la vela: amor, alegría, plenitud, felicidad…
La untaremos con un poco de miel y la pondremos en el centro del plato, rodeándola de los pétalos de rosas.
La encendemos con cerillas de madera al tiempo que decimos:
“Con esta vela del amor, enciendo el fuego y abro mi corazón para que llegue a mi la persona adecuada, para juntos manifestar el Amor Divino en la Tierra”

Ahora cogemos el cuarzo rosa y lo pasamos por encima de la vela tres veces, lo pondremos con la mano izquierda en nuestro corazón al tiempo que leemos nuestra carta.
Cerramos unos momentos los ojos y nos visualizamos encontrándonos con esa persona, no le pondremos cara ni identidad, porque no sabemos quién es.
Sentiremos la emoción de nuestro corazón con ese encuentro y dejaremos que todo nuestro cuerpo se impregne con esa sensación.
Sonríe, con la plena convicción de que ya está cerca.
Deja que la vela se consuma y guarda tu carta junto con el cuarzo en tu mesilla o debajo de la almohada. Recuerda cada noche antes de dormir de sentir que esa relación maravillosa ya está en tu vida.

¡QUÉ EL AMOR DIVINO SE MANIFIESTE EN LA TIERRA! Y CON PLENA FE Y PLENO PODER ACEPTO QUE ESTO SE MANIFIESTE.

Espero que os sirva y os ayude a cumplir vuestro deseo.
Recordad que si tarda en llegar, quizás todavía tengáis cosas que sanar en el interior que bloquea la apertura a esta experiencia y que hay que sanar.