Entre el Solsticio de Invierno, la fiesta de Yule y el Equinoccio de Primavera, Ostara, celebramos la fiesta de Imbolc. Es uno de los Sabbats solares o festividad celta, pues se encuentra en el punto intermedio del Solsticio y el Equinoccio. En este punto la Luz ya comienza a ser de más duración y se nota en la naturaleza. Es el tiempo de sembrar esa semilla, que comenzará a germinar y nacerá en primavera, cuando la Naturaleza se renueva, renace en todo su esplendor.
Es un festival dedicado a la Diosa Brigid, posteriormente se la transforma en Santa Brígida, Diosa del fuego y la inspiración. En Irlanda es la Diosa de la Herrería, de la poesía y la sanación. Es el día ideal para colocar en nuestro altar velas y para preparar y ritualizar las velas que vayamos a utilizar durante todo el año. Esta fiesta está asociada a rituales para la fertilidad, por lo que podemos trabajar en este día la semilla que está creciendo en cualquier proyecto que queramos iniciar en este año Celta.
La palabra Imbolc, significa “en el vientre de la madre”, que simboliza el crecimiento de lo que se sembró. Los días ya son más largos y nos invita a limpiar y prepararlo todo para la nueva estación que se empieza a acercar. Una de las costumbres más bonitas de esta festividad es la de poner velas en todas las ventanas, empezando la tarde anterior, es decir, la tarde del día uno.
Han pasado cuarenta días desde el nacimiento del Niño Sol y la madre ya se ha restablecido, ha pasado la cuarentena de recuperación del parto y se contempla como el niño ya empieza a crecer fuerte.
El fuego simbolizado en las velas, nos invita a la limpieza y la purificación de nuestras casas y de nuestros cuerpos. A transmutar todas las energías de nuestro entorno.
En la oscuridad de Gaia, esas semillas que se plantaron, empiezan a germinar, pero no las vemos todavía, es momento de visualizar y potenciar su germinación.
Ritual:
Limpiaremos y purificaremos nuestro espacio sagrado, nuestro altar;
Colocaremos los símbolos de los cuatro elementos:
-Incienso en representación del aire.
-Un cuenco o copa con agua.
-Un recipiente con sal, como representación de la tierra.
-Una vela, para el fuego.
A mi, particularmente, me gusta también tener representación de los Reinos Mineral, Animal, Vegetal y Angélico.
Puedes poner un cuarzo, una pluma, una planta y alguna imagen de un Ángel (la pluma también podría valer, pues como veremos en el Curso de Ángeles, ellos se manifiestan muchas veces con plumas).
Cogeremos una vela blanca y la ungiremos con una aceite para rituales o con un aceite de romero, desde el centro hacia arriba y luego hacia abajo.
En un papel blanco, escribiremos todo aquello de lo que nos queramos librar, por ejemplo las energías que nos bloquean y que nos impiden que nuestro propósito crezca y prospere.
Y diremos:
“Por el Aire, que es mi aliento (pasaremos por encima del incienso el papel) Por la Tierra, que es mi cuerpo (lo pasaremos por la sal) Por el Agua, que es mi sangre ( le salpicamos unas gotitas de agua) Por el Fuego, que es mi espíritu: “Por el poder del Fuego transmutador, hoy me libero y purifico de todas estas energías que me bloquean y me impiden crecer.”
Quemamos el papel en la vela y las cenizas las llevamos a un espacio abierto y las soplamos al viento para que se vayan de nuestras vidas.
Después, delante de la vela, haremos una visualización de que la semilla con nuestro proyecto, germina y empieza a crecer. Podemos cerrar diciendo:
“Y con plena Fe y pleno poder, acepto que ésto se manifieste, se manifieste, se manifieste.!”
Dejaremos que la vela se consuma, si tuviéramos que apagarla por algún motivo, la guardaremos y solo la utilizaremos para seguir visualizando este proyecto, para concluir este ritual, no para ninguna otra cosa.
Deseo que la energía de Imbolc llene de Luz tu proyecto.
Un gran abrazo de Luz y Sonido, nos encontraremos en el próximo festival de Ostara.