Como veíamos en artículos anteriores, las aromáticas son unas grandes aliadas de nuestra salud.
En el tomillo encontramos un gran antiséptico, antiviral, antitusivo y además fungicida.
El orégano, también con grandes propiedades para las infecciones, nos ofrece sus efectos para controlar los hongos.
Las Cándidas, son un hongo que habitualmente vive formando parte de nuestra simbiosis, con otros muchos microorganismos, que habitan en nuestro interior.
Nuestro organismo es un perfecto ecosistema, que cuando está equilibrado, todos cumplen con su función.
La, tan perseguida Cándida, cuando está en su territorio, nos ayuda a eliminar metales pesados.
El problema comienza cuando prolifera en exceso e invade territorios de una manera descontrolada, cuando hemos alterado nuestra propia flora bacteriana, muchas veces por un tratamiento con antibióticos o por una mala alimentación.
Nuestro estado emocional depende en gran medida del estado de nuestro intestino. Una buena microbiota intestinal es fundamental para nuestro estado de ánimo.
La presencia de una infección por Cándida, puede causar depresión, ansiedad, cambios repentinos de humor, además de otros síntomas como cansancio y dolores articulares.
Que el alimento sea tu medicina
Los carbohidratos y los azúcares, son el alimento favorito de estos incómodos inquilinos, por lo que un cambio en nuestra alimentación, es fundamental para librarnos de la presencia de la Cándida.
Eliminar por completo alimentos que contengan levaduras, harinas y fruta es imprescindible.
Mejorar el terreno
Cuando compramos una parcela y queremos poner un huerto, lo primero que debemos hacer es eliminar las hierbas, las piedras, es decir limpiar el terreno.
Después, lo abonaremos, para preparar la tierra y que después podamos sembrar en un terreno con nutrientes suficientes para las plantas.
Cuando lo tenemos preparado, entonces sembramos y después lo seguiremos alimentando con agua, sol y fertilizantes.
Si sembramos sin haber hecho bien la preparación, las plantas no crecerán.
Es igual con nuestro cuerpo, no sirve de nada, aportar probióticos, por ejemplo, si no se ha preparado el terreno para una buena siembra.
Primero eliminamos los hongos y demás microorganismo y después sembramos nuestra microbiota.
Una buena dieta depurativa, una limpieza de intestino y después tomaremos los probióticos.
Remedios caseros
Como veíamos en artículos anteriores, las aromáticas son unas grandes aliadas de nuestra salud.
En el tomillo encontramos un gran antiséptico, anti viral, antitusivo y además fungicida.
Cuando las molestias son vaginales, podemos hacer lavados con infusión de tomillo, notaremos un gran alivio. A estos lavados le podemos añadir una gota de aceite esencial de orégano.
El orégano, también con grandes propiedades para las infecciones, nos ofrece sus efectos para controlar los hongos.
Podemos tomar infusión de tomillo y orégano después de comer, o bien tomar comprimidos de orégano.
En el aceite de coco, encontramos el ácido caprílico, muy útil para tratar la Cándida.
Tomar fermentados como el Té Kombucha, Kéfir, Chukrut, o hacer nuestros propios fermentados caseros con verduras (lo veremos en el próximo artículo) nos ayudará a mantener nuestra flora intestinal en buen estado.
No olvidemos que en nuestro intestino están muchos de los problemas inflamatorios, incluidas las alergias y problemas respiratorios.
Nuestra capacidad de concentración y estado de ánimo también.
Espero que estos consejos os ayuden y os veo en el próximo artículo.
¡A cuidarse!
NOTA: El contenido de esta página no sustituye en ningún caso el tratamiento médico. Krystal Esmeralda no se hace responsable de un mal uso de esta información, que siempre será complementaria a las pautas de un profesional de Salud.