Ya estamos en pleno Solsticio de verano.
Acontecimientos astrológicos significativos acompañan en esta ocasión.
La Luna llena en Cáncer el 24 de Junio, coincidiendo con la noche mágica de San Juan, nos amplifica la energía de fin de un ciclo y el comienzo de uno nuevo.
Son muchas las civilizaciones que ya celebraban rituales de culto al Sol.
Ejemplos como Stonenghe, alineados para recibir la energía del Sol en el Solsticio, nos muestran la sabiduría que nos aporta vivir nuestras vidas en concordancia con los ritmos naturales, especialmente las de las Luminarias, el Sol y la Luna.
Es realmente un momento mágico para llenarnos de energía de vida, de prana solar y unificarnos con una conciencia superior.
En esta ocasión, tal y como os explicaba en el artículo de la Rueda Celta, es el momento para recoger las plantas mágicas que han de proteger nuestros hogares durante todo el año.
Al igual que el muérdago es la planta que tiene su mayor aporte energético en el Solsticio de invierno, en esta ocasión la planta que nos ofrece sus bondades en su momento álgido energético es la conocida Hierba de San Juán o Hipérico.
En la sección “Los Remedios de la abuela” encontraréis la receta para prepara el aceite de Hipérico, con muchas propiedades medicinales.
Ahora vamos a ver un ritual sencillo para esta noche, con velas, como no, pues es la noche del Fuego, además de una maravillosa Luna Llena de Cáncer, que es Agua, por lo que se realiza la unión Alquímica del Agua y el Fuego.
La unión de los opuestos, del Yin y el Yang, que ha de producirse en nosotros.
El Sol representa a la figura paterna, también todas las figuras de autoridad y la Luna a nuestra madre, el cuidado, la nutrición.
Sanar ambos aspectos en nosotros es fundamental, esta Luna se produce en el eje Cáncer y Capricornio, es decir, el Hogar de la infancia y las figuras progenitoras,buen momento por tanto, coincidiendo con el Solsticio de verano, de hacer un trabajo de introspección y liberarnos de todos aquellos patrones familiares y heridas de la infancia que nos quitan la alegría, que nos alejan de nuestra propia individualidad, representada ya por la conciencia solar, por el siguiente paso evolutivo que nos trae Leo.
Si cogemos el Arcano mayor del Tarot del Sol, la carta IXX, veremos la inocencia y la alegría de la Luz del Sol, los Girasoles, la infancia…
¿Qué es lo que nos ha apartado de nuestra propia creatividad?
¿Qué nos ha alejado de nuestra individualidad?
¿Qué nos apartó del camino que queríamos recorrer cuando éramos niños?
Son estas las cuestiones a resolver en nuestro interior en estos días, aprovechar la purificación del Fuego, la transmutación, y arrojar a esa Hoguera (Que es el fuego del amor, transmutador,que habita en nuestro corazón) y nutrir a ese niño interior de todo ese amor y afecto que sintió que le faltaba.
Ser nuestro padre y madre, asumir la responsabilidad de nuestra vida y comenzar un nuevo ciclo, llenos de energía y la vida que nos da el Sol.
En esta Luna llena y noche mágica de San Juan, encendamos a las 12 de la noche, una vela y entremos en nuestro interior.
Vamos a arrojar, simbólicamente, todas las energías que están en nuestro interior, de las cuestiones anteriores, para que sean transmutadas, a continuación nos daremos un baño, con la conciencia de que cuando salgamos del agua, sea como un nuevo nacimiento, a un nuevo estado del Ser, a una nueva conciencia superior.
Podemos dejar la vela toda la noche, en un lugar seguro, por supuesto, para que se termine de consumir y continúe purificando nuestro trabajo.
Si no es posible, la apagaremos y la volvemos a encender al día siguiente para que se termine de consumir, a lo largo del día 24.
¡Feliz Vida mágica!
Ana Isabel Gallego