Mabon

En este momento del año, en el equinoccio de otoño en el hemisferio norte, celebramos la Fiesta de Mabon.
Se celebra la fiesta de la segunda cosecha. Se recogen los frutos, como los de las manzanas, fruta sagrada símbolo de Venus, de la Diosa.
Se agradece a la Tierra los frutos recogidos y después del gran trabajo de recolección, viene la preparación para el descanso.
Se equilibra el día y la noche, la luz y la oscuridad, el yin y el yang.
La naturaleza deja de dar frutos, pero guarda la semilla para la próxima estación, donde de nuevo la naturaleza renacerá en todo su explendor.
Ahora es el momento de agradecer, de empezar a replegar nuestra energía hacia el interior, de prepararnos también para desprendernos de lo que ya es tiempo de dejar ir, así como los árboles empezarán a desnudar sus ramas.
Sin dolor, sin aferrarse, simplemente soltar y permitir que se desprenda de nosotros aquello que ya se secó.
De esta manera, hemos de ahora de agradecer todos aquellos frutos recogidos, frutos de nuestro trabajo, de nuestra cosecha, de nuestro hacer, de nuestras vivencias.
Después permitir ese soltar, ese dejar ir y empezar a llevar nuestra energía para nuestro interior, hacia nuestras raíces.
Del veinte al veintitrés de septiembre, celebración del equinoccio, demos las gracias por la abundancia recibida, dejemos ir lo que ya sirvió y abramos las puertas a la abundancia venidera de la próxima cosecha.
La mejor manera, como siempre, es conectarnos con la Naturaleza y fluir con ella.

¡Feliz Mabon!