Ahora que estamos en la época propicia para recoger el Hipérico, vamos a aprovechar para ver sus bondades y aprender a preparar un remedio casero.
En verano en nuestros campos, es muy fácil encontrar florecido el Hipérico o Hierba de San Juan.
Es típico, recoger las plantas medicinales en la noche del 23 al 24 de Junio, pues en la energía de las plantas se encuentra también la energía del Solsticio de verano, que es solar.
Es el momento adecuado para preparar el maravilloso aceite de Hipérico, con múltiples beneficios para la piel.
El gran médico griego Dioscórides ya hablaba de las propiedades del Hipérico.
Es conocido por ser el antidepresivo natural, nos ayuda a levantar el ánimo y a sentirnos mejor, entre otras propiedades medicinales.
Está contraindicado, si ya se está tomando algún tipo de ansiolítico, pautado por el médico.
Se utilizan las flores y con ellas se pueden elaborar el aceite, el procedimiento es fácil.
Para preparar el aceite, lo ideal es hacerlo a partir de las 12 de la noche del día 23 hasta las 12 de la mañana del 24, que es cuando más potencial energético tiene esta planta.
Se recogen las flores y se lavan, se escurren bien y se introducen en un frasco de cristal limpia, es aconsejable haberlo esterilizado, hirviendo unos minutos.
Se rellena con aceite de oliva virgen, tapando bien las plantas, se mueve para eliminar las burbujas y se vuelve a rellenar con el aceite.
Se deja al Sol y al sereno, por lo menos cuarenta días.
Es característico el color rojizo que adquiere.
Pasado este tiempo, se filtra (se puede utilizar un filtro de papel de cafetera o paño limpio) y se guarda en un frasco de vidrio que no deje pasar la luz, para que no se estropee.
Este aceite tiene propiedades regenerantes y calmantes para la piel, magnífico en caso de quemaduras solares o irritación, teniendo en cuenta además sus propiedades para mejorar nuestro estado anímico y energético.
Yo particularmente, lo he utilizado en ocasiones como mascarilla de aceite para el pelo, obteniendo un gran resultado.
Espero que os sirva y disfrutéis elaborando vuestro “mágico aceite de la noche de San Juan”.
Ana Isabel Gallego