Estamos en estos momentos en un período entre eclipses, el pasado 19 de noviembre tuvimos un eclipse Lunar y el próximo 4 de diciembre, tendremos un eclipse Solar.
En esta ocasión el eclipse es en Sagitario, el arquero que apunta su flecha hacia un horizonte, una meta divina, lejana.
El regente de Sagitario, Júpiter nos aporta esa energía expansiva, de búsqueda de horizontes lejanos e ideales. Nuevas filosofías, conocimientos superiores, sentido de Justicia Divina. Por tanto, este eclipse es un buen momento para replantearnos nuevos paradigmas, nuevas aspiraciones superiores.
Comenzar un viaje a tierras lejanas en busca de ese conocimiento divino para expandir nuestra conciencia superior. Sin embargo, olvidamos que este conocimiento que buscamos y perseguimos, está en nuestro interior.
Sagitario, mitad caballo, mitad humano, nos habla que para conseguir esa conciencia superior hemos de haber dominado nuestra fuerza animal, nuestros instintos y entonces, transformar nuestros deseos en aspiración.
En estos momentos, en que la Era que se va, porque terminó su ciclo y la Era que comienza, están todavía conviviendo, haciéndonos vivir entre dos realidades. Una nos conecta con el miedo, con la escasez, con el miedo a la muerte. La otra nos habla de nuevas maneras de economía, de energía, de vivir las relaciones, de educación… cambios que la Humanidad ha de vivir para subir en conciencia. Lo que define la realidad en la que estamos y hacia donde cada uno de nosotros va, es nuestra frecuencia vibratoria. Nos encontraremos en nuestras vidas el reflejo de nuestro interior, ni más ni menos.
Si prestamos atención a lo que nos venden los noticieros, comprados y al servicio de quienes ya sabemos, nuestra realidad será aquella que nos están haciendo creer, y como ya sabemos creamos lo que creemos.
Por eso es el momento de expandir nuestras conciencias hacia nuestro Maestro interior, hacia nuestro Ser superior. Buscar la verdad que busca Sagitario, en nuestro interior, recordad las palabras de uno de los grandes Maestros, Jesús el Cristo realizado, “la verdad os hará libres”.
Pero hemos de buscar nuestra propia verdad en nuestro interior, conectándonos con nuestro Maestro interior, enfocándonos en esa estrella lejana del horizonte adonde apunta el arquero y esa estrella es nuestra Alma.
Romper patrones y límites de pensamiento, expandir nuestros horizontes, que este eclipse del día cuatro nos traiga un nuevo viaje hacia nuestro interior, aspiración a cumplir con el sentido de nuestra vida y a dirigir nuestras flechas al alma.
El 1 de diciembre, tenemos también el movimiento de Neptuno que se pone directo, Neptuno en su casa, nos ayuda a conectarnos con nuestra espiritualidad, con la compasión, con el sentimiento de unidad como raza humana. Pero también, puede suponer un retroceso en el tema de las enfermedades que compartimos, epidemias y engaños e intoxicaciones colectivas debidas a medicamentos, atención a las mentiras de las industrias farmacéuticas y esperemos que este eclipse del día 2 haga que la verdad salga a la Luz.
Tenemos este mes entrante más acontecimientos, como la última cuadratura Saturno Urano de este año, el 24 de diciembre, la retrogradación de Venus en Capricornio el 19 de diciembre y todo en pleno Solsticio de invierno, iremos viendo en próximos artículos la información sobre estos eventos.
Ahora es el momento de prepararnos para el eclipse y empezar a enfocar nuestra energía en crear nuestra realidad, de forma consciente.
Ana Isabel Gallego